domingo, 18 de septiembre de 2011

ley de equivalencia de intercambio


Una lección sin sufrimiento no tiene sentido.Eso es porque no puedes obtener algo sin sacrificar otra cosa a cambio. Pero una vez que has soportado el dolor y lo has superado, obtendrás un corazón que es más fuerte que cualquier cosa. Sí, un corazón de acero.

jueves, 8 de septiembre de 2011

el baile final


Había una vez una pobre huerfanita que no tenia zapatos. Pero siempre recogía los trapos viejos que encontraba y, con el tiempo, se cosió un par de zapatillas rojas. Aunque eran muy toscas, a ella le gustaban. La hacían sentir rica a pesar de que se pasaba los días recogiendo algo que comer en los bosques llenos de espinos hasta bien entrado el anochecer.
Pero un día, mientras bajaba por el camino con sus andrajos y sus zapatillas rojas, un carruaje dorado se detuvo a su lado. La anciana que viajaba en su interior le dijo que se la iba a llevar a su casa y la trataría como si fuese su hijita. Así pues, la niña se fue a la casa de la acaudalada anciana y allí le lavaron y peinaron el cabello. Le proporcionaron una ropa interior de purísimo color blanco, un precioso vestido de lana, unas medías blancas y unos relucientes zapatos negros. Cuando la niña preguntó por su ropa y , sobre todo por sus zapatillas rojas, la anciana le contestó que la ropa estaba tan sucia y las zapatillas eran tan ridículas que las había arrojado al fuego donde habían ardido hasta convertirse en ceniza.
La niña se puso muy triste, pues, a pesar de la inmensa riqueza que la rodeaba, las humildes zapatillas rojas cosidas con sus propias manos le habían hecho experimentar su mayor felicidad. Ahora se veía obligada a permanecer sentada todo el rato, a caminar sin patinar y a no hablar a menos que le dirigieran la palabra, pero un secreto fuego ardía en su corazón y ella seguía echando de menos sus viejas zapatillas rojas por encima de cualquier otra cosa.
Cuando la niña alcanzó la edad suficiente para recibir la confirmación el día de los Santos Inocentes, la anciana la llevó a un viejo zapatero cojo para que le hiciera unos zapatos especiales para la ocasión. En el escaparate delzapatero había unos zapatos rojos hechos con cuero del mejor; eran tan bonitos que casi resplandecían. Así pues, aunque los zapatos no fueran apropiados para ir a la iglesia, la niña, que solo elegía siguiendo los deseos de su hambriento corazón escogió los zapatos rojos. La anciana tenia tan mala vista que no vio de que color eran los zapatos y, por consiguiente, pagó el precio. El zapatero le guiñó el ojo a la niña y envolvió los zapatos.
Al día siguiente, los feligreses de la iglesia se quedaron asombrados al ver los pies de la niña. Los zapatos rojos brillaban como manzanas pulidas, como corazones, como ciruelas rojas. Todo el mundo los miraba; hasta los iconos de la pared, hasta las imágenes contemplaban los zapatos con expresión de reproche. Pero cuanto más los miraba la gente, tanto más le gustaban a la niña. Por consiguiente, cuando el sacerdote entonó los cánticos y cuando el coro lo acompañó y el órgano empezó a sonar, la niña pensó que no había nada más bonito que sus zapatos rojos. Para cuando terminó aquel día, alguien había informado a la anciana acerca de los zapatos rojos de su protegida.
_!Jamás de los jamases vuelvas a ponerte esos zapatos rojos!- le dijo la anciana en tono amenazador. Pero al domingo siguiente la niña no pudo resistir la tentación de ponerse los zapatos rojos en lugar de los negros y se fue a la iglesia con la anciana como de costumbre.
A la entrada de la iglesia había un soldado con el brazo en cabestrillo. Llevaba una chaquetilla y tenia la barba pelirroja. Hizo una reverencia y pidió permiso para quitar el polvo de los zapatos de la niña. La niña alargó el pie y el soldado dio unos golpecitos a las suelas de sus zapatos mientras entonaba una alegre cancioncilla que le hizo cosquillas en las plantas de los pies.
-No olvides quedarte para el baile- le dijo el soldado, guiñándole el ojo con una sonrisa. Todo el mundo volvió a mirar de soslayo los zapatos rojos de la niña. Pero a ella le gustaban tanto aquellos zapatos tan brillantes como el carmesí, tan brillantes como las frambuesas y las granadas, que apenas podía pensar en otra cosa y casi no prestó atención a la ceremonia religiosa. Tan ocupada estaba moviendo los pies hacia aquí y hacia allá y admirando sus zapatos rojos que se olvidó de cantar
 Cuando abandonó la iglesia  en compañía de la anciana, el soldado herido le gritó
“!Qué bonitos zapatos de baile!”

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Es tan difícil enamorarte
bella y gélida princesa 
no se si es solo tu capricho 
o solo tu impasible pureza

te llevo rosas y tu les lloras 
pues frescas y vivas prefieres verlas
que adornando tu habitación 
y en tristes cadáveres poseerlas 

eres única mi bella princesa 
pues solo anhelo tus labios un beso 
de tus labios una sonrisa tintilante 
Soy tu abnegado y eterno preso....

lunes, 5 de septiembre de 2011

not anymore!!!!!!!

donde mi vida se quedo.


creo que después de ahogar mis ganas de llorar en tantas excusas, hoy simplemente las he olvidado, una estúpida frase que escuche esta mañana provoco algo  en mi y empezaron a brotar las lagrimas... solo pude esconderme entre las sombras... creo que estoy mas triste de lo que imagine.
realmente deseo saber si esto durara para siempre, poco a poco se me acaban las excusas, poco a poco los sueños se escapan y yo sigo en esta realidad que esta dispuesta a devorarme.

domingo, 4 de septiembre de 2011

because love is not pink, is yellow

amo esta canción!!!! tuya y mia

feliz cumple para mi!!! ♥

que puedo decir!!! no me gustan mis cumpleaños!! ejejeje pero siempre espero lo mejor! así qee are lo qee mas disfruto, para celebrar... esas cosas pequeñas qee hago a diario para qee cada día valga la pena, como escuchar música fuerte, comer dulces y chocolates, estar con al gente qee amo!! xD y por qee no comer pastel de fresas qee tanto me gusta *¬*.......... sonreiré con un poco mas de alegría hoy solo por aquellos que consideran este día especial solo por se mi cumpleaños!